
"Es tan corto el amor y tan largo el olvido."(Pablo Neruda)
Trágicamente la herida aparentemente sellada a cada cierto tiempo deja filtrar unas rezagadas y olvidadas gotas de sangre, que con timidez se derraman lentamente helandome como aquel día en que fue concedida aquella desgraciada marca. Tu adusto semblante y una voz más gélida que de costumbre eran claros indicios de una apocalíptica tarde. Ofrecido al azote de acciones que no podría cambiar me entregue a ti como un niño. Entonces abriste mi pecho con tu daga envenenada con adióses y despedidas , y rellenaste mi corazón con la cenizas de fotografías de hermosos momentos que nunca volverian a pasar. Era morir, el uno hacia el otro y el otro hacia el uno. Destrozado yo, agonizando, me consolaba ver tu decidida mirada de siempre y oler tu delicada fragancia a vainilla para así poder llevarla conmigo a oscuros lugares atufados a azufre donde debía marchar. Lloraba, y tu me mirabas tan fuerte como siempre para intentar calmarme. Pero sabíamos muy bien el significado de la muerte, sabíamos que era para siempre y que nunca más nos volveríamos a ver. También recordé, no se si tú, que hay una vida después de la muerte y que me quedaba toda una eternidad por sufrir.Y con esperanza cada noche sueño que me contestas y me dices -Gabriel estoy aquí y no me he olvidado de tí.-
Alucinando que por casuliades de la ¿Vida? recuerdes la direccion de este blog y tengas el ¿Valor? para responder...
oye niño que te ha pasado , te quedas solo y te pierdes en el mundo,agarra tu vida y busca ruidos y gentes nuevas, el destino espera por ti¡¡¡...un abrazo
ResponderEliminarsolo afloran sentimientos muy lejanos.
ResponderEliminar