
Caminaba por plaza Italia cuando sucedió. Todos los edificios a mi alrededor se estremecieron y el silencio devoro la ciudad completa en un solo bocado. Bajo mis pies, la tierra tembló bruscamente alertando y empezó a elevarse como la espuma que sale de una gaseosa desesperada por salir a respirar, arrojandome varios metros de donde me encontraba luego de tan violento fenómeno. Y de la espuma broto una mano enorme, que salia hacia afuera con la palma abierta pidiendo auxilio, recordándome a un hombre que ha caído en un pantano y entra en la desesperación. Ahora era un braso completo el que estaba afuera, y era casi tan grande como el edificio de la compañía de teléfonos. El braso desciende y entierra cada uno de sus dedos en el parque Bustamente, desgarrándolo como si fuera mantequilla. Una gran cabeza ahora sale y el obelisco era el cuerno que tenia en su frente. De apoco logra emerger de las entrañas de la tierra y se pone de pie, ruge y golpea su pecho como los gorilas, comienza a dar brincos y cada uno de ellos lo llevaba de comuna en comuna y con el arrastrando la destrucción. No se como podía verlo todo, creo que ya me encontraba muerto, porque podía ver todo desde arriba como si me encontrara de vientre acostado en la estratosfera observando tan brutal espectáculo. Luego emergieron mas gigantes de la tierra , hasta que el planeta se hizo muy pequeño para todos ellos y se destruyeron mutuamente y de sus desechos se formo una boca descomunal llena de dientes, que cada uno doblaban facilmente la altura del monte Everest. Entonces la boca se expandió y se trago asi misma y todo desapareció. Luego el semáforo cambio su luz y supe que era tiempo de seguir caminando.
"When this world ends I will stop in my tracks and ask myself what have I done with my life?...Tomorrow is too late... "
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